Esperanza Spalding, la intuición hecha música
- Iñaki Durán
- 6 mar 2018
- 8 Min. de lectura

Hace años que vengo intentando dar con Esperanza Spalding, una artista que además de inspirarme, me atrae por su ética de trabajo, por su evolución, y su constante transgresión. Entre varios intermediarios, intentos fallidos con agentes de prensa y managers no muy resolutivos, cuando daba por perdida esta oportunidad, me llega un mail con las tan ansiadas respuestas, que si bien no me satisfacen, porque prefiero el cara a cara, la situación más genuina, obtengo algunas respuestas y reflexiones que valen la pena leer y próximamente escuchar (en unas semanas subo el audio a mi canal de YouTube). Espero les sirva, les llegue, los inspire.
- Mucha gente habla de vos y te etiquetan como una niña prodigia. Un mote muchas veces molesto o demasiado pesado para llevar. La realidad es que si tuviste siempre mucha facilidad con la música, desde muy pequeña. ¿Qué pasa por dentro tuyo cuando escuchas y sentís la música? ¿Por qué crees que desde tan chica te ha sido tan fácil decodificarla?
Si, estoy de acuerdo, muchas veces que te digan prodigio es molesto. Es un mote que me empezaron a poner a medida que iba creciendo, quizás para darle mayor valor a lo que hacía. Claramente desde pequeña me sentía muy atraída por la música, era muy apasionada a la hora de interpretarla y tocarla. Pero lo que me pasa por adentro de la cabeza a la hora de tocar o escuchar música creo que es lo mismo que te pasa a vos o a cualquier humano, no me gusta decodificarla, no me es fácil, tengo una relación más intuitiva con ella, más natural.
- Al principio, en donde todo quizás era más un juego, ganas de expresarse ¿qué era lo que te llamaba la atención de la música? ¿Cuáles eran esos primeros sonidos que recordas?
Lo primero que me llamó la atención de la música probablemente es que podía hacerla jaja. Poder recrear o emular el sonido de un piano, es una de las sensaciones más placenteras que he sentido cuando era pequeña, lo disfrutaba mucho. Pero lo primero que recuerdo haber escuchado era a mi mamá cantar, ella lo solía hacer por las mañanas, inventaba pequeñas canciones para todo, por ejemplo para cuando estaba la comida y esas cosas. Así que eso es lo primero que recuerdo haber escuchado.
- Y ahora, en donde la música además de ser tu pasión también es tu trabajo. ¿Cómo equilibras esos sentimientos genuinos que te genera la música, esa libertad… con respetar tiempos, obligaciones, presiones?
La verdad es que no lo balanceo mucho, pero creo que la presión viene más por el lado de la organización, de trabajar y proyectar en equipo, ese que me acompaña a la hora de crear, los que se aseguran de ayudarme a buscar un lugar para ensayar, contratar un director de iluminación o de escenario que me ayude a llevar mis ideas a la realidad. En cuanto a los tiempos, ¡al tiempo! todavía no lo comprendo, la música es crear, interpretar, tocar, y eso es lo que sale, es atemporal, pero soy consciente de que cuando uno está armando algo, con otras personas tiene que respetar los procesos, ya sea estudiar, ensayar, o lo que fuera para digerir eso que queremos tocar o llevar a la acción.
- Cuando uno comienza a escuchar y tocar música, es como una masa amorfa, no está definido. Con el tiempo, vamos dando forma a esos gustos, a esos sentimientos y nos comenzamos a identificar con ciertos sonidos y artistas y con otros no. ¿Cuáles fueron esos primeros sonidos y quienes fueron esos primeros artistas que te comenzaron a definir? ¿Y por qué?
Quizás los primeros artistas que me influenciaron fueron Rimsky-Korsakov e Igor Stravinsky, no estaba tan familiarizada con su cuerpo de trabajo pero había sido expuesta a "Petrushka" y "Scheherazade" dos obras de ellos dos, creo que a eso de los 12 años. Escuché esas dos piezas de música y sentí que poder realizar esos tipos de sonidos era posible, de ahí en más comencé a investigar, diferente a lo que venía haciendo que era aprender y practicar. Hay una diferencia. Al escuchar esas piezas de ambos, me sentí muy conmovida, y comencé a investigar ese mundo. Ellos despertaron el músico independiente en mi.
- Tocaste muchos y diversos instrumentos hasta que diste con el bajo. ¿Qué es lo que te atrajo de este instrumento para que se convirtiera en el eje de lo que haces? ¿Hay un deseo de demostrar que no solo es un instrumento rítmico, sino que puede ser utilizado para crear música y melodías?
Antes del bajo lo único realmente serio que había tocado fue el violín. Toqué piano pero nunca realmente lo estudié, lo mismo con el oboe, el clarinete y la guitarra. Lo veía más como un juego, una experimentación con los sonidos. El bajo fue el primer instrumento con el que realmente pude tocar música, al mismo tiempo descubrí el jazz, y si bien todavía no tocaba tan bien, fueron mis primeras experiencias de tocar y compartir con otra gente, una experiencia muy enriquecedora.
En cuanto al rol del bajo en la música, yo creo que no demostré nada, ya estaba demostrado. Es un instrumento para crear música como todos los demás.
- Y la otra faceta de tu música es el canto, algo que llegó un poco más tarde que el resto. ¿Cuándo descubriste que podías cantar y quién te incentivó para hacerlo? ¿Cuan difícil fue despegarse un poco del instrumento para poder apropiarte del canto y luego poder combinar ambos?
Canto desde que vos cantás jaja. Canto desde pequeña, como todo el mundo. Cantaba cuando escuchaba algo en la tv, en la radio, en la ducha. Estaba siempre cantando, como cualquier chico.
Como compositora siempre canté para expresar mis ideas, para escucharlas, y poder tener las cosas más claras. Nunca fue algo separado del resto, es un recurso más a la hora de crear. Hace relativamente poco, quizás 3 o 4 años, comencé a tomar en serio el hecho de cantar, tomando clases, trabajando técnicas vocales pero siempre fue una extensión del tocar canciones.
- Lo interesante de lo que haces es que partiendo de un género tan libre pero a su vez tan estricto como el jazz, te animaste siempre a llevarlo más allá. Esto se puede ver en el progreso de tu música a nivel conceptual a lo largo de tu carrera. ¿Cuánto de consciencia y cuanto de inconsciencia hay en esa búsqueda? ¿y qué es lo que te atrae de estar constantemente en cambio y movimiento? ¿y por qué crees que eso es tan importante para los artistas?
La verdad que nunca sé o soy consciente de lo que estoy haciendo, yo como cualquier otra persona hago, avanzo, evoluciono naturalmente y siempre estoy buscando nuevas cosas para hacer que realmente no racionalizo demasiado. Si algo me causa interés, si algo sale naturalmente de mi cuerpo, lo escucho y lo hago. Si es diferente a lo que venía haciendo, genial, y si es lo mismo, también es genial.
En cuanto al jazz, no creo que sean tan estricto, al menos a mi no me pasó. Si hay una responsabilidad y una seriedad a la hora de aprender las herramientas para tocarlo porque así uno lo quiere, y está bien. Hay gente que se lo toma más enserio y otros que no pero el jazz en sí no es estricto, al contrario, te da libertad.
- Y todos hablan de tu talento, de tu música, etc… como si fuese una casualidad, una anomalía. Pero realmente se nota que sos una persona que estudia y lleva todo lo que hace hasta el fondo, tratando de mejorar y de aprender constantemente. Más allá de la facilidad que pueda tener uno mismo para hacer música ¿cuán importante es la constancia y el constante aprendizaje para un artista?
La gente siempre va hablar de uno, y no hay que darle tanta importancia. Ellos hablan desde su lugar, desde su punta de vista, y el poco conocimiento que tienen de uno, pero yo sé lo que hago o dejo de hacer sobre mi proyecto, sobre mi música. Sé que tengo talento, pero como muchísimos otros. En cuanto a la perseverancia y dedicación, todos los sabemos, no hace falta que lo aclare. Si querés terminar la casa, no vas a parar hasta terminarla.
- ¿Y qué sentís al ver todo el reconocimiento que lograste y seguís logrando con tu música en un mundo en donde parece que los focos solo están puestos en lo que vende y nada más? ¿Te motiva a seguir “luchando” por esos tantos artistas que son fieles a su música y que no se venden por un par de dólares?
Es un privilegio el poder presentar mi música alrededor del mundo, un verdadero honor. Me llena de orgullo y de esperanza ver artistas como uno, que luchan día a día para hacer buena música, al mismo tiempo me encanta poder haber creado una plataforma, un espacio más para que ese tipo de artistas muestren o tengan oportunidad de mostrar lo que hacen. Sé lo mucho que cuesta, tengo muchos amigos y colegas que siguen en la lucha, que les cuesta conseguir shows, o situaciones para mostrar lo que hacen, pero siguen apegados a sus valores. Por eso es reconfortante lograr que a uno le paguen por hacer lo que hace, es un sueño que no muchos logran y por eso hay que valorarlo y seguir creando oportunidades.
- Y luego de ya varios discos y mutaciones de tu música. Se ve que ya hiciste muchas cosas de las que querías hacer ¿qué es lo que te sigue motivando? ¿y que se viene de nuevo en el mundo de Esperanza?
Hoy sigo motivada no por el solo hecho de seguir haciendo música sino por el contar una historia, de crear momentos o situaciones diferentes, en la puesta en escena, en como poner las ideas en algo real, en una experiencia. Ahora estoy más focalizada en eso, aprendiendo, haciendo. Esto me lleva a tocar un poco menos, que es algo extraño cuando estuviste tanto tiempo tocando música, así que estoy intentando balancear eso para encontrar alguna manera de trabajo tridimensional que me permita componer un todo con estos aspectos, la música, la puesta en escena, la historia, el concepto, etc.
Otra cosa que estoy haciendo es enseñar, y es algo que realmente me inspira profundamente. Ver inspiración, motivación, ganas de aprender todos los días y todas las semanas por parte de otros. Poder compartir mi experiencia con otros es increíble.
- Tenes un link muy fuerte con América Latina, no solo culturalmente, sino también en tu música. ¿Qué te atrae de ésta parte del continente? ¿Por qué está tan presente en mucho de lo que hacés?
No sé qué me atrae. Por ejemplo, cuando me atrae una persona es porque algo me causa curiosidad y me da una sensación placentera o de calidez. Algo como un entendimiento implícito, en donde los gestos, como una sonrisa me hacen ver algo diferente de mi o parecido. Me siento relacionada, encuentro un link ahí. Lo mismo me pasa con la música. Pero te puedo decir que cuando escuché a algunos artistas de América Latina me sentí atraída y me pasaron cosas, por ejemplo, con Milton Nascimento, Cuchi Leguizamón, Liliana Herrero o Chabuca Granda, me sentí profundamente inspirada. Quizás es esa lucha que se escucha en su música, en su voz, de lidiar con un montón de cosas difíciles y como eso lo convierten en algo hermoso, en armonía.
- ¿Conocés artistas de América Latina? ¿Qué cosas te gustan?
Me gustan muchos jaja. ¡No sé, tantos! Hace poco estuve escuchando mucho a Chucho Valdez, y todos saben que soy muy fan de mi colega Leo Genovese. Guillermo Klein es increible también.
- Un mensaje para tus fans en América Latina...
¡Los extraño! ¡Y gracias por escuchar!
Comments